Algunos expertos señalan al IV-III milenio a. de C. como fecha orientativa del asentamiento del hombre en esta zona.
A finales del Neolítico, la costumbre de enterrar a los difuntos en grandes tumbas de piedra ha dejado en este lugar más de cuarenta y cinco sepulcros megalíticos: dos asentamientos a destacar: la zona de El Villar y El Buitrón, y el asentamiento dolménico de El Pozuelo, ambos en Zalamea la Real.
Mucho más tarde en la historia poblarían estas tierras los romanos, fascinados por la riqueza minera de la zona, a destacar a este respecto la mina romana reproducida en el Museo Minero, donde se observan las precarias condiciones en que debían de trabajar los prisioneros.
Como asentamiento destaca la Necrópolis Romana de la Dehesa, en el término municipal de Minas de Riotinto, mientras que los útiles encontrados en las explotaciones también se encuentran en el Museo Minero Ernest Lluch. Por último, destacar el nombre de la localidad de Nerva, que se debe al encuentro de la máscara del emperador romano del mismo nombre en estas tierras rojizas.
|
Arriba, uno de los dólmenes de El Pozuelo (Zalamea la Real), y abajo, restos de la Necrópolis romana de la Dehesa (Minas de Riotinto).
|